[1/1] Espera
May. 19th, 2009 08:19 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
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Fandom: Tennis no Oujisama.
Personajes: Ryuuzaki Sakuno/Echizen Ryoma.
Resumen: Día tras día Sakuno aguarda pacientemente por su príncipe.
Eran esos días de invierno, cuando el cielo estaba nublado y todos miraban hacia este creyendo que en cualquier momento verían caer los primeros copos nieve, que esperar a que Ryoma saliese del gimnasio en el que el equipo masculino de tenis de Seigaku acostumbraba a entrenar durante esas fechas era difícil.
Pero Sakuno lo hacía, frotando sus manos en busca de calor o guardándolas en sus bolsillos, mientras deseaba no haber olvidado sus guantes ese día o rogaba que no hubiese sucedido nada que alargase la reunión después la práctica del día y que no tuviese que esperar de más gracias a ello.
Sakuno a veces suspiraba, viendo como el vapor se formaba frente a ella, preguntándose si tenía tiempo suficiente para ir a una máquina expendedora en búsqueda de una bebida caliente. Pero entonces llegaba su señal.
Cuando la puerta se abría y comenzaban a salir miembros de club, ella se acercaba a la salida, saludando con un pequeño gesto con su cabeza a quienes reconocía, mientras continuaba expectante por su príncipe.
—Ryuuzaki. —Cuando él llegaba, ella sacaba las manos de sus bolsillos y corría a su lado, sonriente, olvidando por completo todos los inconvenientes de ese día—. No tenías que esperar.
El que, a pesar de sus palabras displicentes, él siempre esperase a que ella estuviese a su lado antes de seguir andando nunca fallaba en hacer que sus mejillas se coloreasen y su corazón latiese con fuerza.
Aun así, durante gran parte del camino a casa Sakuno no podía desechar sus nervios por completo e incluso estos se incrementaban cuando el silencio los rodeaba o Ryoma sólo respondía sus intentos de conversación con frases cortas y alguna monosílaba.
Y entonces, cuando se encontraban varías cuadras lejos del colegio, sucedía. La primera vez se había sorprendido al sentir la cálida mano de Ryoma apretando la suya y sin pensarlo se había alejado, rompiendo el inocente contacto.
Pero ahora lo esperaba, y aunque cada vez que Ryoma lo hacía mantenía su mirada hacia al frente, fingiendo indiferencia, y no decía nada que hiciese más especial el momento, para Sakuno era suficiente y conseguía calmarla al confirmarle que él seguía apreciando su compañía.
Por ese simple gesto valía la pena esperar por él cada día.
Personajes: Ryuuzaki Sakuno/Echizen Ryoma.
Resumen: Día tras día Sakuno aguarda pacientemente por su príncipe.
Eran esos días de invierno, cuando el cielo estaba nublado y todos miraban hacia este creyendo que en cualquier momento verían caer los primeros copos nieve, que esperar a que Ryoma saliese del gimnasio en el que el equipo masculino de tenis de Seigaku acostumbraba a entrenar durante esas fechas era difícil.
Pero Sakuno lo hacía, frotando sus manos en busca de calor o guardándolas en sus bolsillos, mientras deseaba no haber olvidado sus guantes ese día o rogaba que no hubiese sucedido nada que alargase la reunión después la práctica del día y que no tuviese que esperar de más gracias a ello.
Sakuno a veces suspiraba, viendo como el vapor se formaba frente a ella, preguntándose si tenía tiempo suficiente para ir a una máquina expendedora en búsqueda de una bebida caliente. Pero entonces llegaba su señal.
Cuando la puerta se abría y comenzaban a salir miembros de club, ella se acercaba a la salida, saludando con un pequeño gesto con su cabeza a quienes reconocía, mientras continuaba expectante por su príncipe.
—Ryuuzaki. —Cuando él llegaba, ella sacaba las manos de sus bolsillos y corría a su lado, sonriente, olvidando por completo todos los inconvenientes de ese día—. No tenías que esperar.
El que, a pesar de sus palabras displicentes, él siempre esperase a que ella estuviese a su lado antes de seguir andando nunca fallaba en hacer que sus mejillas se coloreasen y su corazón latiese con fuerza.
Aun así, durante gran parte del camino a casa Sakuno no podía desechar sus nervios por completo e incluso estos se incrementaban cuando el silencio los rodeaba o Ryoma sólo respondía sus intentos de conversación con frases cortas y alguna monosílaba.
Y entonces, cuando se encontraban varías cuadras lejos del colegio, sucedía. La primera vez se había sorprendido al sentir la cálida mano de Ryoma apretando la suya y sin pensarlo se había alejado, rompiendo el inocente contacto.
Pero ahora lo esperaba, y aunque cada vez que Ryoma lo hacía mantenía su mirada hacia al frente, fingiendo indiferencia, y no decía nada que hiciese más especial el momento, para Sakuno era suficiente y conseguía calmarla al confirmarle que él seguía apreciando su compañía.
Por ese simple gesto valía la pena esperar por él cada día.
12/01/2009