[1/1] Orgullo
Nov. 22nd, 2010 02:57 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png){kind=small}
nakuru posting in ![[community profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/community.png){kind=small}
rin_no_neFandom: Tennis no Oujisama.
Personajes: Seigaku; Echizen Ryoma.
Resumen: Ya era parte del lugar, además de una de las razones por las que todos estaban orgullosos.
El recorte ya había comenzado a amarillearse y ocupada espacio en la cartelera que podía ser mejor utilizado en el nuevo menú de entrenamiento o en el horario de prácticas extra del fin de semana.
Durante los torneos no era extraño que quedase parcialmente oculto bajo la esquina de un de los avisos que indicaba el punto de encuentro y hora de llegada para los regulares, además de las pautas que los demás miembros del club debían seguir.
Pero aun así nadie pensaba en quitarlo.
Ya se había vuelto parte del lugar, al igual que el kokeshi que decoraba la parte superior del armario y la vieja raqueta de madera que siempre parecía estar en un lugar diferente cada día.
Y para más de uno era algo cercano a un amuleto, algo que valía la pena leer antes —e incluso después— de un partido, porque seguía siendo una de las razones por las que muchos estaban orgullosos de pertenecer al club de tenis de Seigaku.
—Ahora que lograste ganar este torneo, ¿hay algo que quieras decir?
—Mada mada dane.
Personajes: Seigaku; Echizen Ryoma.
Resumen: Ya era parte del lugar, además de una de las razones por las que todos estaban orgullosos.
El recorte ya había comenzado a amarillearse y ocupada espacio en la cartelera que podía ser mejor utilizado en el nuevo menú de entrenamiento o en el horario de prácticas extra del fin de semana.
Durante los torneos no era extraño que quedase parcialmente oculto bajo la esquina de un de los avisos que indicaba el punto de encuentro y hora de llegada para los regulares, además de las pautas que los demás miembros del club debían seguir.
Pero aun así nadie pensaba en quitarlo.
Ya se había vuelto parte del lugar, al igual que el kokeshi que decoraba la parte superior del armario y la vieja raqueta de madera que siempre parecía estar en un lugar diferente cada día.
Y para más de uno era algo cercano a un amuleto, algo que valía la pena leer antes —e incluso después— de un partido, porque seguía siendo una de las razones por las que muchos estaban orgullosos de pertenecer al club de tenis de Seigaku.
—Ahora que lograste ganar este torneo, ¿hay algo que quieras decir?
—Mada mada dane.
22/11/2010
