[1/1] Espera
Fandom: Katekyo Hitman REBORN!
Personajes: Hibari Kyouya, Dino Cavallone.
Resumen: Hibari no es paciente.
Hibari no es paciente. Por eso, en el momento en que Dino sugiere que tomen un descanso no se detiene e intenta que una de sus tonfas conecte en el cuerpo del otro, para al fin matarlo a mordiscos y borrarle su sonrisa despreocupada -que bien podría pertenecer a un herbívoro- o al menos conseguir que al fin saque sus dientes y pelee como debería.
Pero Dino ríe, inmovilizándolo con su látigo y manteniendo su distancia, tal vez notando por instinto que no es seguro acercarse, pero de repente deja de hacerlo y su rostro se torna serio.
—Oh —musita, mirándolo preocupado, como si momentos antes no hubiesen estado luchando—, ese corte no se ve bien.
Hibari sabe de qué habla -había sentido la punta del látigo rozar su mejilla y está conciente que no ha dejado de sangrar- pero está convencido que algo así no amerita cuidado, no cuando aún puede continuar.
—No es nada, aún no hemos terminado. —La respuesta es automática y cierta, pero causa que Dino sonría nuevamente y mueva su cabeza de un lado a otro antes de liberarlo.
—Espérame aquí, Kyouya —dice antes de darle la espalda y acercarse al hombre que ha observado la pelea—. ¡Romario! ¿Trajimos el botiquín?
Esa actitud confiada e ingenua le irrita. Aun así, Hibari mantiene su mirada en el rubio más de lo necesario, sin considerar en ningún momento aprovechar la oportunidad para atacar -no quiere ese tipo de victoria, no contra él- y aunque no está en su naturaleza hacerlo, espera.
Personajes: Hibari Kyouya, Dino Cavallone.
Resumen: Hibari no es paciente.
Hibari no es paciente. Por eso, en el momento en que Dino sugiere que tomen un descanso no se detiene e intenta que una de sus tonfas conecte en el cuerpo del otro, para al fin matarlo a mordiscos y borrarle su sonrisa despreocupada -que bien podría pertenecer a un herbívoro- o al menos conseguir que al fin saque sus dientes y pelee como debería.
Pero Dino ríe, inmovilizándolo con su látigo y manteniendo su distancia, tal vez notando por instinto que no es seguro acercarse, pero de repente deja de hacerlo y su rostro se torna serio.
—Oh —musita, mirándolo preocupado, como si momentos antes no hubiesen estado luchando—, ese corte no se ve bien.
Hibari sabe de qué habla -había sentido la punta del látigo rozar su mejilla y está conciente que no ha dejado de sangrar- pero está convencido que algo así no amerita cuidado, no cuando aún puede continuar.
—No es nada, aún no hemos terminado. —La respuesta es automática y cierta, pero causa que Dino sonría nuevamente y mueva su cabeza de un lado a otro antes de liberarlo.
—Espérame aquí, Kyouya —dice antes de darle la espalda y acercarse al hombre que ha observado la pelea—. ¡Romario! ¿Trajimos el botiquín?
Esa actitud confiada e ingenua le irrita. Aun así, Hibari mantiene su mirada en el rubio más de lo necesario, sin considerar en ningún momento aprovechar la oportunidad para atacar -no quiere ese tipo de victoria, no contra él- y aunque no está en su naturaleza hacerlo, espera.
26/12/2008