[1/1] Pesadilla
May. 16th, 2009 08:05 pm![[personal profile]](https://www.dreamwidth.org/img/silk/identity/user.png)
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Fandom: Tennis no Oujisama.
Personajes: Kirihara Akaya; Fuji Shuusuke.
Resumen: Kirihara no quería aceptar lo que veía.
Kirihara sabía que no era real.
Las ruinas en las que estaba no se parecían a ningún lugar al que había visitado antes y no recordaba cómo había llegado a ellas, lo cual era prueba suficiente para él de que se trataba de un sueño.
Aun cuando un relámpago surcaba el cielo y podía ver que lo que antes había humedecido sus manos no era agua, aun cuando sentía al cerrar sus puños cómo esa sustancia originalmente líquida cada vez era más viscosa, aun cuando notaba el olor metálico de esta y no conseguía dejar de tiritar.
Al escuchar el retumbar de un trueno más, Kirihara cerró los ojos.
Estaba seguro de que la próxima vez que los abriese estaría de regreso al sofá -o la cama o el suelo- sobre el que se había dormido y luego, en algún momento del día, Fuji aparecería para fastidiarlo, con una sonrisa en su rostro en vez de esa extraña e innatural mueca que había creído ver, por un segundo, gracias al último resplandor.
Personajes: Kirihara Akaya; Fuji Shuusuke.
Resumen: Kirihara no quería aceptar lo que veía.
Kirihara sabía que no era real.
Las ruinas en las que estaba no se parecían a ningún lugar al que había visitado antes y no recordaba cómo había llegado a ellas, lo cual era prueba suficiente para él de que se trataba de un sueño.
Aun cuando un relámpago surcaba el cielo y podía ver que lo que antes había humedecido sus manos no era agua, aun cuando sentía al cerrar sus puños cómo esa sustancia originalmente líquida cada vez era más viscosa, aun cuando notaba el olor metálico de esta y no conseguía dejar de tiritar.
Al escuchar el retumbar de un trueno más, Kirihara cerró los ojos.
Estaba seguro de que la próxima vez que los abriese estaría de regreso al sofá -o la cama o el suelo- sobre el que se había dormido y luego, en algún momento del día, Fuji aparecería para fastidiarlo, con una sonrisa en su rostro en vez de esa extraña e innatural mueca que había creído ver, por un segundo, gracias al último resplandor.
24/12/2008